
En el transcurso de una semana, Dalton Knecht vivió una situación poco común en la NBA. Pasó de ser jugador de Los Angeles Lakers a ser traspasado a los Charlotte Hornets y, finalmente, regresó a la franquicia angelina cuando la operación fue anulada.
De vuelta con los Lakers en la derrota por 131-119 ante los Utah Jazz, Knecht habló por primera vez sobre la caótica serie de eventos que experimentó. "Fue un tiempo loco", comentó tras anotar 10 puntos en 17 minutos. "Se sintió como una película".
El alero recordó que el 5 de febrero se encontraba en las instalaciones de los Lakers cumpliendo con su rutina habitual cuando fue interrumpido antes de completar su serie de tiros libres. Rob Pelinka, vicepresidente de operaciones de baloncesto y gerente general del equipo, lo llamó a su oficina para informarle sobre el traspaso que lo enviaba a Charlotte junto a Cam Reddish, un intercambio de selecciones en 2030 y la primera ronda de 2031 a cambio del pívot Mark Williams.
"Fue difícil", reconoció Knecht. "Me eligieron en el draft aquí, así que L.A. significa mucho para mí". Tras recibir la noticia, voló a Charlotte el jueves para integrarse a su nuevo equipo y luego viajó a Detroit el sábado, anticipando su debut con los Hornets ante los Pistons. Sin embargo, una vez allí, recibió una nueva llamada de Pelinka informándole que el traspaso había sido cancelado. "Rob me dijo: 'Vuelves'. Solo estaba emocionado de salir a jugar, sin importar dónde".
Knecht regresó a Los Ángeles el domingo y el lunes se reunió con Pelinka y el entrenador JJ Redick. "Solo quiero jugar", les expresó. "Entiendo que esto es un negocio, así que al final del día les dije: 'Vamos a jugar baloncesto'". Estuvo en la banca, vestido de calle, durante la victoria de los Lakers sobre los Jazz y fue reincorporado en la rotación para el partido del miércoles en Utah.
Mientras tanto, los Hornets presentaron una disputa ante la NBA por la evaluación física que los Lakers hicieron de Williams, buscando revertir nuevamente la transacción. Knecht aseguró no tener conocimiento sobre el posible desenlace de esta situación y se limitó a enfocarse en el juego. "Solo hago lo que amo, salir a jugar. Lo que tenga que pasar, pasará. Voy a competir fuerte en donde sea, y espero que sea en L.A.".
Sus compañeros lo recibieron con los brazos abiertos y algunas bromas sobre su "segundo debut" con el equipo. "Esta liga es un negocio y los traspasos suceden", comentó Austin Reaves. "Nunca había visto algo así. Es la primera vez para mí. Al final del día, tiene que venir y ser un profesional. Salir a hacer su trabajo y creo que estuvo bien esta noche. No creo que haya jugado en una semana o algo así. No puedo esperar para que se reincorpore del todo, porque nos va a ayudar mucho".
Redick, por su parte, cerró definitivamente el tema del traspaso fallido. "Su actitud fue buena", afirmó. "Jugó bien. No vamos a hablar más de esto. Ya lo discutimos. Está en un buen lugar. Estamos bien"