LeBron James, sobre la realidad de Los Angeles Lakers: "Tenemos que jugar un baloncesto casi perfecto para poder ganar"

JJ Redick ha hablado en múltiples ocasiones esta temporada sobre su creencia en ser un entrenador orientado al proceso en Los Angeles Lakers. También ha hablado de ello LeBron James. Para cualquier atleta, y especialmente para alguien que construyó su fortuna en la NBA como tirador a pesar de fallar más triples de los que encestó, esta mentalidad es esencial. Redick ha explicado que, si sabía que estaba trabajando de la manera correcta, podía estar en paz con el resultado una vez que el balón salía de su mano.

Antes del partido del domingo entre los Lakers y los Clippers en el Intuit Dome, Redick reiteró esta filosofía. Tras la contundente derrota de los Lakers por 116-102, volvió a mencionarla. "Cada vez que cometimos un error, ellos nos hicieron pagar. Pero nuestros muchachos compitieron. Luchamos. Nos mantuvimos unidos", dijo Redick después de la derrota. "Para nosotros, esto fue un buen proceso. No obtuvimos el resultado que queríamos".

Sin embargo, ese mensaje parece no estar calando del todo en un vestuario frustrado con las inconsistencias de los Lakers. LeBron James fue directo al señalar que la construcción del equipo es la razón de su delgado margen de error. Cuando se le preguntó si había formas internas de aumentar ese margen, James fue contundente: "No", respondió. "Así es como está construido nuestro equipo. No tenemos espacio para errores, para muchos errores".

En una pregunta de seguimiento, se le planteó si los Lakers tenían que jugar un baloncesto casi perfecto la mayoría de las noches para ganar. James, nuevamente, apuntó a las debilidades estructurales del equipo. "No tenemos opción", dijo. "Quiero decir... así es como está construido nuestro equipo. Y tenemos que, tenemos que jugar un baloncesto casi perfecto".

LeBron lo tiene claro

Las declaraciones de James podrían interpretarse como un momento de frustración después de que los Lakers perdieran por cuarta vez en seis partidos. Sin embargo, Redick también ha sido realista sobre las probabilidades del equipo cada vez que juega. Cuando se le preguntó sobre un tramo del calendario que mantuvo a los Lakers en Los Ángeles durante 10 de 12 partidos, con un récord de 5-5 en ese periodo, su tono osciló entre el optimismo y el fatalismo.

"Puedes mirar un calendario y decir que esta es una parte más fácil del calendario o una más difícil. Nada será fácil para nuestro equipo. Y me di cuenta de eso muy temprano en la temporada", dijo Redick antes de cambiar el tono. "Y está bien. Vamos a seguir luchando. Tenemos 18 derrotas, así que, por la columna de derrotas, estamos sextos. Nos gustaría estar más arriba. Creo que hay un par de partidos que todos diríamos que deberíamos haber ganado. No hemos tenido ninguno de esos partidos en los que dices: ‘Bueno, como que robamos ese’. Vamos a recuperar un par en algún momento. Solo tenemos que seguir confiando el uno en el otro y estaremos bien".

Redick destacó que las cifras no mienten. A pesar de un récord de 22-18, los Lakers tienen un diferencial de puntos negativo de -2.6, uno de los peores en la liga, superando solo a Utah, Nueva Orleans y Portland. "No tenemos un gran margen de error. Tampoco podemos crear ese margen de manera orgánica", afirmó Redick. "Debe ser enfatizado diariamente: atacar la pintura, jugar con la mentalidad de pasar del interior al exterior, hacer el pase extra. No tenemos un jugador en nuestro equipo que necesariamente atraiga dos defensores al balón. No tenemos un jugador que pueda superar a su defensor uno contra uno, llegar a la pintura y distribuir al perímetro".

"Eso simplemente no es nuestro equipo. Así que tenemos que hacerlo a través de la conectividad, a través de la ejecución. Y cuando hacemos eso, somos realmente buenos".