Las sensaciones son cada vez mejores y parece el momento propicio para asumir riesgos. Los Angeles Lakers están en tendencia al alza y esa es la mejor manera de convencer tanto a la gerencia como a posibles fichajes de la necesidad de hacer incorporaciones. Hay dos posiciones fundamentales que requieren ser reforzadas y los angelinos están entablando ya conversaciones con dos equipos, según rumores NBA.
No se cansa el bueno de Anthony Davis de reivindicar la importancia que tiene para él contar con un pívot que le exima de responsabilidades defensivas y de intendencia en el rebote, permitiéndole abrir la cancha y brillar con más libertad en ataque. Se reafirma en la idoneidad de esa estrategia tomando como referencia lo sucedido en el año del anillo, cuando estaba secundado por Howard y McGee. Atendiendo a esto, resulta recomendable buscar un pívot.
Sin embargo, no es esa la única posición que quiere ser reforzada en la plantilla de Los Angeles Lakers. Y es que la ausencia de un base puro de garantías hace que sea fundamental incorporar un playmaker de cara a la postemporada, que exima a Lebron y Reaves de amasar mucha bola y dé orden táctico al ataque. Una vez se tienen claras las dos prioridades, se ha puesto el foco en dos franquicias que pueden satisfacer estos deseos y que podrían aceptar jugadores jóvenes de rol y rondas de Draft a cambio.
El primero de ellos sería Washington Wizards. La posibilidad de incorporar a un pívot veterano como Jonas Valanciunas y un base ordenado como es Malcolm Brogdon, parece ideal para que los Lakers den un salto cualitativo. La otra posibilidad es la que ofrece Utah Jazz, con un pívot que se amoldaría perfectamente a las necesidades de AD, como es Walker Kessler, y un base que daría dinamismo al equipo, como es Collin Sexton. Todo indica que Los Angeles Lakers se lanzarán con todo a por alguna de estas dos opciones.