Comparar a jóvenes talentos que aún no han debutado en la NBA, está un poco más en el ojo del espectador, ya que los ojeadores y los equipos inevitablemente valoran cosas diferentes. No es justo poner a Cooper Flagg, y mucho menos a nadie, al mismo nivel que la estrella francesa Victor Wembanyama, a quien los San Antonio Spurs eligieron número 1 del draft de 2023.
Los ojeadores veían a Wembanyama como un prospecto singular, único en una generación, debido a su mezcla de rasgos a nivel físico, de habilidad y mental. Y esos evaluadores demostraron tener razón cuando Wembanyama fue nombrado Novato del Año de la NBA, obteniendo 99 votos como primero, sobre los 100 votantes que hay.
Los cazatalentos están más dispuestos a equiparar a Flagg con otras selecciones importantes, citando el simple hecho de que ya se ha hecho con el primer puesto consensuado de esta clase, algo que no ocurre en todos los draft. El draft de 2024, en el que la mayoría cree que Flagg habría sido el primero si hubiera sido elegible, careció de un claro mejor prospecto. La elección de Anthony Edwards en el número 1 por los Minnesota Timberwolves en el draft de 2020 parece mucho más simple en retrospectiva, pero en ese momento, LaMelo Ball y James Wiseman eran parte de la discusión.
Haciendo referencia a anteriores selecciones número 1, incluidos Zion Williamson (New Orleans Pelicans en 2019), Cade Cunningham (Detroit Pistons en 2021) y Zaccharie Risacher (Atlanta Hawks en 2024), un ejecutivo de la Conferencia Oeste dijo: "En esta etapa, Flagg está probablemente un nivel por debajo de Wemby, tal vez incluso de Zion, pero a la par con Cunningham y por encima del nivel de Edwards, Risacher, esos tipos en drafts donde no estábamos seguros de quién iba a ir 1".
"Wemby era un espécimen físico diferente, Zion era un atleta de otro nivel. Flagg está por debajo. Digo Cade porque fue un año en el que se dio por hecho que sería el número 1, con algunas salvedades. Flagg es una de las mejores promesas de segundo nivel más impresionantes que se me ocurren".
Comparación con otros números 1
Aunque Flagg no tiene las habilidades físicas poco comunes que históricamente han separado a los prospectos de mayor calibre como Wembanyama y Williamson, su gama de rasgos se apilan bien y todavía han solidificado su estatus de número 1, según los expertos.
"No creo que sea un tipo generacional, creo que esa palabra empieza a utilizarse con demasiada frecuencia", dijo otro ejecutivo. "Pero cuando se mira hacia atrás en este draft, si él va en el 1, independientemente de si otras personas terminan mejor, nadie va a decir que fue una mala elección".
Al fin y al cabo, algunas de estas etiquetas no son más que semántica, pero su constancia y fiabilidad se han convertido en factores determinantes, creando la creencia de que aprovechará al máximo su talento. Aparte de Wembanyama, los únicos números 1 recientes cuyo impacto defensivo fue muy superior al ofensivo han sido Ben Simmons (número 1 en 2016 por los Philadelphia 76ers) y Anthony Davis (número 1 en 2012 por Nueva Orleans).
Un ejecutivo diferente dijo que no tiene reservas sobre la capacidad de Flagg para intervenir en el siguiente nivel: "Está tan preparado para la NBA como cualquiera de los chicos de los últimos 10 drafts, si no más. El físico está ahí. Es un lienzo en blanco".