Anthony Edwards no es el mejor líder para un equipo en horas bajas. Es demasiado joven y demasiado bueno para ser consciente de sus errores y para ayudar como debe a su equipo. Tras la última derrota de unos Minnesota Timberwolves (115-104 ante Sacramento Kings) que no funcionan, ha alzado la voz. Nada funciona tras el traspaso de Karl-Anthony Towns por Julius Randle.
"Ahora mismo, nuestra identidad como equipo es que somos blandos como el infierno, internamente", declaró Edwards en una explosiva rueda de prensa. "No frente al otro equipo, sino entre nosotros mismos. Somos blandos. No podemos hablar entre nosotros. Es como si estuviéramos jugando con un montón de niños pequeños. Todo el equipo. Y tenemos que resolverlo, porque no podemos seguir por este camino".
Después de alcanzar las finales de la Conferencia Oeste en 2024, los Timberwolves han caído en un bache preocupante esta temporada, perdiendo cuatro partidos consecutivos y siete de los últimos nueve. Con un inicio prometedor de 6-3, el equipo parece haber perdido cohesión, especialmente tras la salida de Karl-Anthony Towns en un intercambio con los Knicks poco antes del inicio de la temporada. El equipo dejó escapar una ventaja de 12 puntos en el último cuarto contra Sacramento, un día después de haber perdido 117-111 en tiempo extra frente a los Houston Rockets. Según Edwards, estas derrotas no son casuales.
"Parecemos oportunistas", afirmó el escolta. "Estábamos abajo, y nadie decía nada. Nos ponemos arriba y todo el mundo está animado. Bajamos otra vez y nadie abre la boca. Esa es la definición de oportunista. Como equipo, incluyéndome a mí, todos fuimos oportunistas esta noche".
Edwards fue aún más lejos al señalar un problema profundo en la dinámica del equipo: "Ahora mismo, todos estamos en diferentes agendas. Creo que ese es uno de los principales culpables de por qué estamos perdiendo".
El escolta, quien lideró a los Timberwolves con 29 puntos pese a un bajo porcentaje de tiros (9 de 24), no esperó al final del partido para manifestar su frustración. Durante los tiempos muertos, se le vio hablando de forma enérgica con compañeros como Julius Randle y Rudy Gobert, quienes llegaron en el intercambio por Towns. Sin embargo, Edwards aclaró que no se trata solo de los nuevos jugadores: "Estoy hablando de todo el equipo. Somos 15 y cada uno se encierra en su burbuja. Nos estamos alejando unos de otros. Es obvio. Yo lo veo, el equipo lo ve, los entrenadores lo ven".
El descontento no es exclusivo de los jugadores. Los fanáticos, frustrados por el rendimiento del equipo, dejaron escuchar su desaprobación en el Target Center. "Los aficionados nos están abucheando", dijo Edwards. "Eso es una locura, hombre. Nos están abucheando en nuestra propia cancha. Es tan irrespetuoso que es increíble".