Nada de teorías conspiratorias: esta es la razón por la que Nico Harrison no quiso pagarle el supermáximo a Luka Doncic

Nico Harrison, el GM de Dallas Mavericks que consiguió que Stephen Curry no firmara por Nike y que ha traspasado a Luka Doncic por su "falta" de compromiso para mejorar físicamente, ha visto como el hombre por el que lo traspasó, Anthony Davis, se lesionó ayer y estará fuera más de un mes.

Era complicado, pero va a cuadrar el regreso de Luka a las canchas que tendrá lugar hoy mismo lunes 10 de febrero con la lesión de un AD que lleva sufriendo mucho en ese aspecto en los últimos años y que no ha podido brillar en playoffs por ello. Sobre el adiós de Luka ha habido muchas teorías, algunas conspiratorias con que los dueños querían llevarse la franquicia a Las Vegas. Sin embargo, ahora parece todo más claro. 

Al bueno de Nico no le gustaba como se entrenaba Luka. Quería que se mazara más. No aceptaba su estado físico (increíble juntar esto con fichar a un jugador que se lesiona todo el tiempo). Tampoco las prostestas a los árbitros (increíble juntar esto con el futuro de la franquicia para las que trabaja). En definitiva. Que Nico le decía cosas a Luka y Luka no le hacía caso. Puro ego. Ni más, ni menos. Ese ha sido el motivo del traspaso. Puro ego que va más allá por cómo se ha producido el adiós: en secreto y con un acuerdo mucho peor que si hubiera abierto una rifa por el esloveno. 

En fin, que creo que es momento de que pasemos a otro tema. Desde Dallas van a seguir echando basura (las declaraciones del dueño mimado que no ha dado un palo en su vida para ser millonario y que dice que no trabaja como un Shaquille O'Neal que estamos seguros fue más vago que Luka durante su época de jugador dejan muy a las claras lo que es la franquicia texana a día de hoy). 

Este es el motivo de su adiós: 

«Fue en gran parte Harrison, que ha creído cada vez más desde la derrota unilateral de los Mavericks ante los Celtics en las Finales de la NBA, que Doncic: No mejoraría su compromiso con el acondicionamiento, su disciplina dietética fuera de la cancha. No mejoraría como líder o creador de cultura. No mejoraría sus problemas de comportamiento con los árbitros. No sería capaz de mantenerse sano a medida que envejeciera. Y por lo tanto no podría, después de que los Mavericks y Doncic lidiaran con estos problemas desde que Harrison llegó en junio de 2021, recibir el contrato supermáximo de cinco años por valor de casi 350 millones de dólares que esperaba en julio.»