Un margen de maniobra asombroso para reventar la NBA con un traspaso. Eso es lo que tienen entre manos unos Houston Rockets cuya gerencia se está relamiendo al ver la cantidad de talento joven con el que pueden negociar el fichaje de una gran estrella. Si finalmente deciden tomar esa vía, han de escoger entre Giannis Antetokounmpo, de forma inmediata, o esperar al verano para buscar el fichaje de Kevin Durant.
Tener la potestad de elegir cuál es la mejor vía para alcanzar la gloria es algo muy poco habitual en la NBA, pero da la sensación de que Houston Rockets tiene esa capacidad de elección. La aglomeración de jugadores jóvenes repletos de potencial y que están mostrando ya un gran nivel en la competición, hace que desde la gerencia se planteen dar el impulso definitivo al proyecto en busca del anillo a corto plazo, prescindiendo de algunos de ellos para negociar la llegada de un All Star.
Barajan dos opciones; la primera de ellas es intentar el reclutamiento de Giannis Antetokounmpo, aprovechando el descontento del griego con los Bucks y lo bien que encajaría en un equipo con muchas piezas de nivel en el perímetro y un pívot dominador como Sengun. Sin embargo, el plan B es el de esperar al verano para poder negociar con fiereza por la llegada de Kevin Durant, en caso de que el gran anotador perciba que el proyecto de los Suns no camina.